Pablo Alborán regresó al Palau Sant Jordi este viernes 21 de diciembre para cerrar su Tour Prometo 2018, colgando por tercera vez este año en Barcelona el cartel de "entradas agotadas".

El cantautor malagueño ofreció un concierto cálido y cercano, cargado de sensualidad y sabor latino. Abrió la velada con "No vaya a ser", poniéndose al público en el bolsillo desde el primer minuto. Tras este tema le siguieron "Pasos de cero", "La escalera", "Donde está el amor", "Recuérdame", "Quién", "Cuerda al corazón" o "Quimera", con los que subió la temperatura de un público que coreaba cada una de las canciones.

Antes de dar paso a "Tanto", el artista tuvo palabras de agradecimiento para los asistentes e invitó a todos a "parar el tiempo y llenarnos de buen rollo y energía para este próximo 2019".

Seguidamente llegó el momento más intimista con un medley acústico de "Perdóname", "Te he echado de menos" y "Al Paraíso", con Pablo a la guitarra. Tras lo que dio paso a canciones como "Saturno", "La llave", "Boca de hule", "Por fin" o "Tu refugio", con la que hizo enloquecer a la audiencia al interpretar algunos fragmentos en catalán.

En el último bloque del concierto sonaron "Curo tus labios", "Miedo", "Idiota" y "Vivir", con confeti incluido.

Tras la aclamación de los asistentes, Alborán volvió a subirse al escenario, esta vez al piano, para interpretar las clásicas "Solamente tu" (también cantando algunos fragmentos en catalán) y "Prometo".

El colofón final de la noche lo puso con las enérgicas "Ëxtasis" y "Vívela", haciendo vibrar a todo el Sant Jordi e invitándoles, antes de marcharse, a vivir, "que la vida son dos días y hay que pasarlo bien".